Una experiencia gastronómica con alma francesa y sabor regional, que da como resultado una cocina honesta.
En el vibrante corazón del Casino Monticello, el reconocido chef Yann Yvin y su mano derecha, el talentoso chef rancaguino Felipe Salas París, están escribiendo un nuevo capítulo en la escena culinaria chilena. Juntos, han diseñado una carta que honra las raíces de la gastronomía francesa, pero con un giro accesible, sabroso y profundamente local. Una propuesta que ya se puede disfrutar en la Brasserie Niván y que Revista Gentes presenta en exclusiva en sus páginas de la version impresa.
“Muchos le tienen miedo a la cocina francesa”, dice Yann Yvin. “La ven como algo inalcanzable, elitista, con platos caros y porciones pequeñas. Yo quise hacer todo lo contrario.” Y lo ha logrado. En su carta conviven un croque monsieur por $7.000 con un tournedó Rossini con trufa de Lolol rallada en la mesa, y postres que celebran el arte dulce francés.
A su lado, Felipe Salas París aporta una visión cosmopolita con base en la región de O’Higgins y experiencia en las cocinas más exigentes de Europa. Ha trabajado con Paul Bocuse en Ginebra, comandado restaurantes en el Hotel Kempinski y el Hotel W de los Alpes suizos, y hoy es el vínculo perfecto entre técnica clásica y producto chileno. “Estamos democratizando la cocina francesa, enseñamos a nuestros equipos y clientes a descubrir sabores intensos, cocciones largas, y la riqueza de las salsas hechas desde cero”, explica Yann Yvin.
La carta que ambos chefs presentan en Monticello no solo es sabrosa: es un viaje culinario con historia, técnica y emoción. Desde la tradicional sopa de cebolla, pasando por quiches, carnes braseadas, estofados y pescados con salsas inesperadas como la de anís tipo pastis, hasta llegar a la repostería francesa más fina, cada plato busca sorprender y reconectar con la memoria del sabor.
El equipo que lideran es joven, alegre, y en su mayoría originario de la región de O’Higgins. “Más que una brigada de cocina, somos una familia en formación continua. Aquí se aprende, se comparte y se cocina con pasión”, afirma Felipe. Esta carta, que hoy forma parte de la oferta gastronómica de Brasserie Niván en Monticello, ha sido especialmente seleccionada para ser publicada en Revista Gentes, como un ejemplo de cómo la alta cocina puede abrazar lo local, lo auténtico y lo cercano, sin renunciar a la excelencia.
“Queremos que todo el mundo pueda disfrutar de un gran plato. No importa si vienes por un sándwich o un foie gras: aquí hay espacio para todos los gustos y bolsillos, pero siempre con calidad y corazón”, concluye Yann Yvin.
Una carta que demuestra que el buen gusto no entiende de barreras, solo de emociones servidas en cada plato.