El asado y las empanadas son sinónimo de celebración en nuestras Fiestas Patrias. Vacuno, cordero, cerdo y, por supuesto, las infaltables longanizas llenan la parrilla con aromas irresistibles. Pero la gran pregunta siempre surge: ¿qué beber para acompañar este festín sin sufrir después?
Las opciones son varias: bebida, cerveza, piscola o vino. Cada una tiene su carácter, pero no todas dialogan igual con la carne. La bebida refresca, pero su exceso de azúcar no ayuda frente a la grasa. La piscola anima la sobremesa, aunque su alcohol fuerte puede chocar con los sabores del asado. La cerveza, siempre tentadora y fresca, aporta ligereza, pero se queda corta ante la intensidad de los condimentos.
El vino, en cambio, ofrece el maridaje perfecto: su acidez equilibra la grasa, sus taninos se enlazan con las proteínas y sus notas frutales y especiadas realzan los sabores de la parrilla. Un tinto joven o de cuerpo medio —Cabernet Sauvignon, Carménère, Syrah o incluso un Carignan — será tu mejor aliado para disfrutar sin molestias.
Estas Fiestas Patrias, que tu asado luzca completo: carnes bien preparadas, longanizas sabrosas y la copa justa de vino que lo acompañe. Porque celebrar también es saber elegir.
La salud mental también implica cuidarnos y cuidar al prójimo.
La conducción segura no comienza al encender el motor, sino al tomar decisiones conscientes que respeten la vida propia y ajena. ¿Qué historia queremos contar mañana? ¿La de una celebración que terminó bien, o la de una tragedia que se pudo evitar?
Si bebes, no conduzcas.
Felices Fiestas Patrias les desea el equipo de Revista Gentes