La perfección en el mundo del vino no existe y de hecho he preguntado a muchos periodistas que me definan la perfección de un vino y las respuestas que he recibido siempre han sido muy evasivas e incluso contradictorias entre ellas, algunos responden que es el vino que ha alcanzado la madurez plena, otros que es aquel que ampara a la perfección la comida que acompaña, incluso algunos se atreven, sin saber del tema, que es el vino que tiene equilibrio total entre el alcohol, acidez, PH, taninos, etc., en síntesis la definición del vino de 100 puntos es absolutamente heterogénea.
En lo personal yo pienso que el calificar un vino depende de muchos factores, incluso varios de ellos relacionados no con el vino, sino con el ambiente que se degusta el producto, la compañía con que está el consumidor, el tipo de comida que acompaña al vino, el estado de ánimos del catador y sin duda varios otros, no así como pasa con muchos críticos de vinos que catan sabiendo lo que está frente a ellos, es decir saben la variedad de uvas del cual proviene el vino, así mismo su año de cosecha, marca, de que valle proviene, si tiene o no madera, su grado alcohólico, país de origen y muchas otras variables que no se saben en los concursos serios que se hacen en el mundo , donde los degustadores tenemos al frente una copa codificada y hay que puntuarlo sin más antecedentes, por lo cual la manera de puntuar un vino honestamente, es catarlo a ciegas. Se lee en muchos artículos firmados por periodistas o críticos internacionales que tal o cual vino saco “X” puntos, pero no dicen que sabían todo respecto al vino y sin duda degustar un “Chateau Gran Cru” o un Champagne de una bodega famosa, influye en la puntuación de ese vino y de hecho se han catados vinos con etiquetas grandiosas y luego, el mismo vino se degusta a ciegas y los puntajes son totalmente diferentes.
Muchos auto proclamados expertos en vinos complican al consumidor cuando estos tienen que escoger un vino para una determinada comida o evento y realmente que sencillo es hacerlo y hacerlo sin problema, se ha hecho por siglos sin dificultad, en cambio hoy día se ha convertido la comida y el vino en algo complejo, aunque de verdad no lo es. No solo los productores se esfuerzan por alcanzar una nota de 100 puntos en sus vinos, ellos invierten mucho dinero para obtener un producto de máxima calidad y sueñan alcanzar ese puntaje, ya que creen que en la escala de 1 a 100, 100 es la perfección, lo que realmente no es así, ellos piden a sus enólogos que mejoren año a año la calidad y sin duda estos, pueden mejorar en detalles que solo ellos perciben y no así, el consumidor frecuente de vinos.
En mi vida profesional he visto bodegas de vinos en el mundo de altísima tecnología como otras de tecnología normal, en ambas he degustado sus vinos y en ambos tipos de bodega estos gustaban muy bien. He estado en países donde la extracción del jugo de uva se hace bajo prácticas casi clínicas y también he estado en regiones donde el jugo se extrae aún hoy día, pisando con los pies descalzos los racimos, en ambos casos el producto es muy bueno, pero ¿voy a castigar al proveniente de una extracción de jugo tan rudimentaria como son los pies?, absolutamente no. De hecho casi el 100% de los consumidores de este tipo de vino, jamás sabrán que el jugo a fermentar se extrajo con la presión de los pies sobre los racimos de uvas. Por otro lado los “profesores” ponen nota 100 a vinos extremadamente caros que sin duda no están del al alcance de 95% de los consumidores, pero en lo personal he visto en mis catas ciegas en los cinco continentes, puntajes de 98 y 99 puntos que luego de conocer los resultados ¡oh sorpresa! son vinos al alcance de cualquier bolsillo, de precios de 30 o 40 Euros y no 300 o más Euros.
El vino perfecto existe? Puede que sí, pero no va a depender del puntaje que le haya puesto un catador, si no va a depender del consumidor que le va a poner la nota de 100 puntos y lo convierta en algo perfecto bajo determinadas circunstancias, que sin duda serán favorables, tales como con quién y donde lo disfrute, por lo cual puedes leer mucho sobre vinos de 100 puntos, pero al final será el consumidor quién lo evalúe y vea si vale la pena puntuarlo. No olvidar que degustar un vino es muy subjetivo y si estás con uno de 100 puntos, puede que te encante y al resto de los bebedores no, en fin, el mejor vino puntuado es el que te gusta a ti y no el que te digan que es el mejor ranqueado.
Salud y larga vida en este 2025.