El Valle del Itata cerró una nueva edición de su certamen más emblemático: el Concurso del Vino INDAP Ñuble 2025, un encuentro que reafirma la vigencia, diversidad y profundidad de un territorio con historia. Durante los días 4, 5 y 6 de diciembre, productores, paneles técnicos y representantes del mundo del vino se reunieron para evaluar las cerca de 130 muestras presentadas por la agricultura familiar campesina del valle, consolidando al concurso como una plataforma estratégica para la visibilización de sus vinos.
Esta versión mostró el pulso actual del valle: un equilibrio entre prácticas ancestrales, nuevas generaciones que toman la posta y un compromiso evidente con la calidad. Cinsault, País, Moscatel de Alejandría y mezclas patrimoniales volvieron a ser protagonistas, junto con espumantes que demuestran el salto técnico que ha experimentado el territorio en los últimos años.
En paralelo, el concurso integró categorías que reflejan los cambios que vive la ruralidad vitivinícola: Mejor Vino Sub 40y Mejor Vino Mujer INDAP, dos distinciones que buscan reconocer y fortalecer el liderazgo que jóvenes y mujeres están adquiriendo en la cadena productiva.
La 12° edición incorporó por primera vez el software oficial del Catad’Or World Wine Awards, una herramienta basada en estándares OIV que permite perfilar sensorialmente cada vino y entregar retroalimentación técnica de alto nivel. Junto a ello, un panel compuesto por 17 jurados —entre enólogos, sommeliers, investigadores y comunicadores especializados— evaluó a ciegas todas las muestras, asegurando un proceso serio, transparente y comparable con concursos nacionales e internacionales.
LOS VINOS QUE DESTACARON EN EL ITATA
MEJOR VINO PAÍS – VALLE DEL ITATA
MEJOR VINO MOSCATEL DE ALEJANDRÍA – ITATA
MEJOR VINO CINSAULT – ITATA
MEJOR VINO ESPUMOSO
MEJOR MEZCLA Y OTRAS CEPAS
Reconocimientos Especiales
MEJOR VINO SUB 40
Viña La Misión de Francisco — Tesoro Oculto Moscatel 2024
MEJOR VINO DE MUJER INDAP
MEJOR VINO DEL CONCURSO
Gran Oro: Viña Cortez — Cuarzo Cinsault 2022
Un territorio que se reconoce a sí mismo
La ceremonia de premiación se desarrolló en Chillán, reuniendo a familias viñateras, autoridades locales y al equipo técnico que acompaña la vitivinicultura del Itata. Más allá de las medallas, la jornada evidenció una narrativa común: el valle ha logrado construir un relato coherente, reconocible y consistente con su identidad patrimonial.
En palabras de Fernanda Azócar Rodríguez, directora regional de INDAP Ñuble:
“El Itata representa un modelo ejemplar de agricultura sostenible, donde las cepas patrimoniales, trabajadas por familias, expresan una forma de vida que se transmite entre generaciones”
El panel de cata: diversidad para un territorio diverso
Los ganadores fueron definidos por un equipo compuesto por profesionales del vino provenientes de distintas regiones:
Investigadores, enólogos y especialistas:
Gastón Gutiérrez, Adriana Cerón, Arnaud Hereu, Demy Olmos.
Comunicadores y líderes de opinión:
Carla Urrunaga (La Academia del Vino), Luis Campos Gajardo (Revista Gentes), Mariana Martínez (WIP.cl).
Sommeliers nacionales e internacionales:
Nadia Parra, Rocío Alvarado, Juan Pablo Salas, Willy Vargas (Bolivia).
Equipo técnico local, clave para la mirada territorial:
Edgardo Candia, Juan José Ledesma, Gonzalo Nova, Ignacio Serra, Martin Männle y Heinrich Männle.
Este último recibió un reconocimiento por su trayectoria.
La diversidad generacional, regional y profesional del panel aportó una lectura amplia del Itata y reforzó la legitimidad del certamen.
Itata: historia viva y futuro
En medio de los avances que hoy celebramos, es justo mirar hacia atrás y recordar a dos enólogos cuya visión marcó un punto de inflexión en la historia reciente del valle: Alejandro Hernández y Claudio Barría. Hace más de una década, cuando aún no se hablaba del “renacer del Itata”, fueron ellos quienes recorrieron el territorio, dialogaron con los productores y se atrevieron a imaginar un futuro distinto para estas cepas patrimoniales. Su trabajo en terreno abrió puertas, impulsó mejoras continuas en los procesos y permitió que naciera uno de los hitos más significativos de la zona: los primeros espumantes del Itata. En un país con memoria frágil, vale la pena reconocer a quienes apostaron por este valle cuando aún no era tendencia. Hoy, al ver la calidad y consistencia de sus vinos, entendemos que buena parte de este presente se sostiene sobre aquella labor pionera.
Premios como los 1.000 corchos de Industria Corchera o la entrega de tanques de acero inoxidable refuerzan las capacidades de los productores y apoyan una transición hacia vinos aún más consistentes.
Acompáñanos en este recorrido por los stands de la Feria de Vinos INDAP 2025, donde cada expositor comparte el alma de su trabajo, su historia y los vinos que construyen la identidad del Valle del Itata.



