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La tos convulsiva o coqueluche ha vuelto a encender las alarmas en el país. En lo que va de 2025, el Ministerio de Salud ha confirmado 394 casos, superando las cifras prepandémicas y evidenciando un repunte que obliga a reforzar la prevención en los grupos más vulnerables.
La directora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, Érika Retamal, explicó que “el coqueluche, también conocido como tos ferina o tos de los 100 días, es una infección respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis. Parte como un resfrío común, pero luego aparece una tos seca, profunda y prolongada que ahoga y puede provocar apneas en recién nacidos”, advirtió.
Falta de vacunación y población más expuesta
La especialista recalcó que se trata de una enfermedad inmunoprevenible, contemplada en el esquema nacional de vacunación: dosis a los 2, 4 y 6 meses; refuerzo a los 18 meses; y nuevas aplicaciones en 1° y 8° básico. Sin embargo, la baja de coberturas durante la pandemia dejó a más personas susceptibles, lo que estaría detrás del alza actual de casos.
Los grupos más expuestos son:
Niños menores de un año, que no alcanzan a completar el esquema de inmunización.
Mayores de 65 años, por el descenso natural de la inmunidad y condiciones de inmunocompromiso.
Retamal añadió que la infección “no deja inmunidad permanente, por lo que se requiere fortalecer la vigilancia ante cuadros de tos persistente de más de dos semanas”.
Recomendaciones de prevención
La epidemióloga enfatizó en medidas prácticas para reducir el contagio:
Evitar el contacto con lactantes si se cursa un cuadro respiratorio.
Uso de mascarilla en esos contextos.
Lavado frecuente de manos.
“El llamado es a insistir en la vacunación y en las medidas de autocuidado que aprendimos en pandemia. Proteger a los lactantes y completar los esquemas es, hoy, la mejor barrera para frenar esta enfermedad”, concluyó la especialista.
