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En el mágico entorno de Viña Aquitania, ubicada en la comuna de Peñalolén, se llevó a cabo una íntima y especial celebración: los 20 años de Lazuli, uno de los vinos íconos de la viña.
El evento reunió a importantes figuras de la viña, encabezadas por Eduardo y Felipe de Solminihac, junto a colaboradores y amigos cercanos de esta histórica casa vitivinícola.
Viña Aquitania nace en 1990, fruto de la visión y amistad de tres referentes de la vitivinicultura mundial: los franceses Bruno Prats, ex propietario de Château Cos d’Estournel, Paul Pontallier, histórico director de Château Margaux, y el destacado enólogo chileno Felipe de Solminihac. Juntos dieron vida a un proyecto binacional único, que fusiona la elegancia y tradición francesa con el carácter y riqueza de los vinos chilenos.
A fines de los años 90, se les sumó un gran amigo y figura clave: Ghislain de Montgolfier, quien en ese entonces era presidente de Champagne Bollinger en Francia. Además de compartir su pasión por el vino, Ghislain había sido compañero de Bruno Prats en la Facultad de Agronomía de París y, posteriormente, vivió algunos años en Chile, consolidando así su vínculo con el país y el proyecto.
Durante la jornada, los asistentes disfrutaron de una degustación vertical de Lazuli, recorriendo las cosechas más memorables de estas dos décadas. Eduardo de Solminihac recordó cómo, hace 20 años, Lazuli fue presentado por primera vez en ese mismo jardín, con la cosecha 2002.
En el marco de este aniversario, Viña Aquitania también compartió su proceso de renovación vitícola, que contempla la replantación de parte de sus viñedos con nuevas genéticas y manejos sustentables, reafirmando así su compromiso con la calidad y la innovación.
Este encuentro no solo fue una celebración, sino también una instancia simbólica de relevo generacional, donde los hijos de los fundadores comienzan a tomar la posta de la viña, siempre con el respaldo y la visión de quienes dieron origen a este sueño hace ya más de 35 años.
Con esta celebración, Viña Aquitania reafirma su lugar como una viña que combina tradición, amistad y excelencia enológica, proyectando su legado hacia las próximas décadas.
