Viña Aquitania y su Vino Lazuli

Viña Aquitania abrió las puertas a un selecto grupo de enólogos para explorar las maravillas
del Terroir detrás de su vino ícono, Lazuli. Los asistentes tuvieron la oportunidad de
sumergirse en un viaje sensorial que reveló los secretos de la tierra que da vida a este
Cabernet Sauvignon.

Antes de la esperada degustación, los participantes
fueron invitados a una exposición que profundizó en las características únicas del Terroir de
Viña Aquitania, la cuna de Lazuli. En el encuentro se desglosaron las condiciones del suelo,
la ubicación privilegiada del viñedo en los altos cerros que conforman el piedemonte
Aquitania, y su influencia en las temperaturas diurnas y nocturnas, factores esenciales para
producir uvas de inigualable acidez y una fruta excepcional.
La degustación consistió en cuatro cosechas del vino ícono de Viña Aquitania, Lazuli: 2018,
2014, 2011 y 2006. A pesar de ser todos 100% Cabernet Sauvignon, los presentes
descubrieron matices y diferencias notables que los llevaron a reconocer un lazo de
parentesco entre los vinos, donde el Maipo Andes, uno de los terruños más célebres de
Chile y cuna del Cabernet Sauvignon, juega un papel protagónico.
Con respecto a las añadas, Paola Poblete, enóloga en Bluwines, compartió las siguientes
impresiones, “es sorprendente ver cómo, a través de los años, el mismo vino puede
comunicar su historia de lo que sucede en ese momento, siendo fiel a su estilo. En lo
personal, me gusta esperar que los vinos tomen su tiempo para expresar todo su potencial y
complejidad. Sin duda, las cosechas que más me encantaron fueron las cosechas más
antiguas (2011 y 2006), en especial la 2006, de color intenso, con buena estructura y mayor
concentración. Fruta negra, taninos que van mejorando al final con una larga persistencia”.
A su vez, José Alvarez, Director de la ANIAE y enólogo de la Viña Undurraga, participó del
encuentro y aseguró que “la vertical de Lazuli nos permitió presenciar en la copa un pedazo
importante de nuestra historia vitivinícola, la máxima expresión del Cabernet Sauvignon en

el Alto Maipo consolidando y mostrando por qué es la zona reina para la cepa. Me quedo
con la vibra, el peso y carácter balsámico de la añada 2011; la elegancia y equilibrio de la
2018 que de seguro va a tener una evolución impresionante en botella; el frescor de la 2006
y la suavidad de la 2014”.

Por último el anfitrión del encuentro, Felipe de Solminhac, destacó “las características
sobresalientes de las cosechas de Lazuli, resaltando la fuerza y sedosidad del Lazuli 2018,
el homenaje especial de Lazuli 2014, la frescura y carácter de Lazuli 2011, y la elegante
longevidad de Lazuli 2006”.
En esta degustación de Lazuli los asistentes pudieron vivir la riqueza y diversidad que esta
tierra ofrece al mundo del vino. El evento fue una grata experiencia que dejó una impresión
duradera en todos los asistentes y subrayó el lugar especial que ocupa Lazuli en la tradición
vitivinícola de Chile.

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